Lluvia de meteoros Oriónidas
Este evento astronómico ocurre todos los años a partir del 2 de octubre y hasta el 7 de noviembre, pero su punto de máxima visibilidad en 2019 será durante los días 21 y 22 del corriente mes. Se puede observar a simple vista desde cualquier parte del planeta, siempre que el cielo se encuentre despejado y la iluminación artificial del lugar no interfiera con la contemplación del cielo nocturno.
Los meteoros son también conocidos como “estrellas fugaces”, pero no son estrellas. En realidad se trata de restos de polvo y de partículas, dejados a su paso por cometas y algunos asteroides, que colisionan con la atmósfera terrestre cuando nuestro planeta, en su viaje cíclico alrededor del Sol, atraviesa las regiones donde se encuentran estos remanentes.
Los meteoros Oriónidas tienen su origen en el cometa 1P/Halley, que completa una órbita alrededor del Sol cada aproximadamente 76 años terrestres y fue visible desde nuestro planeta por última vez en 1986. Deben su nombre a que su radiante—el punto en el cielo desde cual las Oriónidas aparentan provenir—está en la constelación de Orión.
Para observar la lluvia de meteoros desde el hemisferio sur, la NASA recomienda buscar un lugar alejado de las luces de la ciudad y recostarse en el suelo con los pies apuntando hacia el noreste; luego, mirar hacia arriba, tratando de contemplar la mayor cantidad del cielo posible, y esperar al menos 30 minutos hasta que la vista se acostumbre a la oscuridad. La ocurrencia de las colisiones es azarosa, por lo que es importante prepararse para esperar.
Según Earth Sky, como la Luna se encuentra en su fase de cuarto menguante, el brillo del satélite podría opacar a los meteoros; por esta razón, recomiendan las horas previas a la salida del Sol para apreciar mejor la lluvia de Oriónidas.
Foto: NASA